domingo, 7 de diciembre de 2008

Fijación

Hace buen tiempo ya que tenía ganas de escribir sobre esto. Soy un ser humano casi normal diría. Tiendo a generar costumbres fácilmente, actividades rutinarias y lo más bonito de todo esto es que me gusta. Una de las (tantas) razones por las que me fascinaba Janina es porque ella no era de costumbres sino al contrario las rompia con cierta fácilidad, todo un paradigma para mi.

Hoy, que a veces no me entra en la cabeza que haya pasado ya un año sin ella, ha pasado un año sin que ella esté para romper mis costumbres, mis fijaciones.

Recuerdo el miércoles 19, de dic. pasado como si fuese ayer, como si fuese una pesadilla de la noche que acaba de terminar, o más aún; como si fuese una pesadilla dentro del sueño que aun tengo y del que ya quiero despertar con la esperanza que todo siga igual como lo dejé hace un año al acostarme.

Ese miérecoles, mientras Jani estaba en emergencia recuerdo que mi madre me pregunta por unos polos que ella había visto (del modelo que me gustaban) y si quería que compre uno para mi y qué color, inmediamente pensé en el color blanco -favorito de Jani- y es así que ya durante todo este tiempo cada miércoles vengo vistiendo (mi duelo con) el mismo polo blanco y cuando este ya no pueda ser usado encontraré otra prenda blanca para cada miércoles.

Lo mismo pasa con las zapatillas que llevo puesto, debo mencionar que eramos tan inversamente complentarios (la teoría de los opuestos complementarios tenía una aplicación real en nosotros) donde a mi me gustaba caminar para encontrar el par de zapatillas exactos sientiéndome yo un ceniciento mientras ella era "la practicidad con patas" y ya sabía lo que quería a la hora de comprar sus zapatos. Las puma que llevo puesto ya están pidiendo descanso, espero que lleguen al 19 donde las renovaré por otro modelo igual.

A estas cosas era a lo que me refería, he creado una fijación por las cosas que compartí con Jani y no quiero (aunque si creo que pueda) despegarme de ellas. La mochila, los lentes, mi mini-depa donde vivo, mi pelota de basketball, mi billetera, mi jean, mi terno, mi Jani.
Alguna vez, un algún librillo de "manejo de duelo" (si es que se puede manejar-lo) leí sobre cómo vamos perdiendo y despidiendo cosas a lo largo de nuestas vidas desde que nacemos, a veces estamos preparados, a veces solo ya no está (y sin pedir permiso).

Sé que los muertos, muertos están y ya nada saben. Pero extrañamente mi fijación por las cosas aún siguen y no se cuanto tiempo más.

No pretenderé hacerme al valiente y decir que me desprenderé de ellas, porque no será así. Pero si diré que el día en que no me de cuenta que tenga mis fijaciones podría ser el día en que me encuentre de nuevo con ella.

Hoy, 13 días antes empiezo cada mañana extrañándola más que nunca. Pero al mismo tiempo empiezo cada día más y más confiando en el Eterno, el mismo que le dió esa energía a ella, el mismo que ruego me de eso a mi.

Así que mi mayor fijación está en Él, quien lo puede todo. TODO.

Y tu? al quedarte sólo dónde pondras tu fijación?

pd. mencioné mi fijación por sus fotos?


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1 comentario:

verdemundo dijo...

Entiendo el simbolismo de las cosas. Lo entiendo porque yo también tengo ese fetiche. Todas las que me recuerdan momentos bonitos que ahora son medio difusos, las he enterrado en un cajón del que algún día espero olvidarme.

Ojalá las cosas que te identifican con Jani se disuelvan antes que tú.

Un abrazo little brother.