sábado, 12 de diciembre de 2009

Placebo mental

Usualmente no escribo el blog en días sábados, suelo refugiarme en la paz del Señor y desconectarme del mundo, incluso de mi dolor. Casi tan igual como eran mis sábados junto a Jani. Pero hoy no es así. No, no me mal entiendas. No se trata de que mi Dios haya pedido poder y no encuentre más paz en Él, es que yo tercamente no quiero recibirla.

Este es un mes horrible para mí. Es una mezcla completa de sensaciones que no las puedo digerir todas de una misma vez. Al inicio de este mes allá por el 2007 había acabado mi carrera luego de 7 años de estudio (y la carrera era de 4) y lo más lindo de todo es que Janina había estado a mi lado en los dos últimos años. Para la segunda semana pasados unos días geniales, mi hermano se titulaba, y el 15 fue cumpleaños de mi padre que tanto la quería. Se viene el 15 de diciembre, quizás a muchos de ustedes no les importe este día. Para mí fue el más agradable de mi vida.
Un 15 de diciembre fue cuando los padres de ella me dieron la bienvenida a su hogar, me recibieron con la bendición de poder casarme con Janina, algo que no esperábamos, algo que nos parecía muy complicado de obtener, algo de lo que dependía nuestro matrimonio. Llegó.

Cuatro días después, en una tarde de miércoles (literalmente) ella deja de respirar, agobiada de un extremadamente fuerte dolor de cabecita, descansa del dolor, descansa.
En algunos días se han de cumplir 2 años de su ausencia. Si dos largos años. Aunque miro sobre el hombre y me sigue pareciendo ayer cuando todo sucedió, cuando los vives se hacen interminables porque la extrañas minutidiariamente. Quizás para ti no signifique nada, nada. Espero que no tengas que atravesar por esto, quedarte amputado.

Muchas cosas han surgido dentro de mí en estos últimos días, al parecer malos, negativos pero esto es.. this is it.. y los saco de mi para que no queden dentro. Si me critican o no, está fuera de mi alcance. Lo único que puedo decir es que nada de lo que sienta tiene que ver con la efectividad y poder sanador del Eterno, aquí yo soy el terco.

Envidia (negación)
De pronto empecé a sentir envidia por todas esas parejas que de la nada aparecen por estas fechas, preparándose para las navidades y el verano. Siento deseos de yo también tener mi significant other, pero no está. Miro a las parejas, y pienso para mí: “Espero que realmente valoren lo que tienen, no los quiero ver llorando cuando ella/él muera”. Algo tengo claro, ella se fue amándome. Y no lo digo yo, lo dicen todos los emails, notas, cartas, recados y recuerdos que ella dejó en mí. Viví bien con ella, disfruté… no… disfrutamos cada segundo ambos. Pero hoy me quedé con la vida a medias, con el sabor cortado. Luego miro y pienso que quizás al final mi destino es quedarme solo. Por alguna razón que mi cerebro de chorlito no entiende debo vivir esto.

Rabia (ira)
De tener la vida cortada. De no ver más allá de lo evidente. De sentir pena de mi mismo, lástima. De no saber qué tengo que aprender de todo esto. De que ella ya no esté. De que todos sigan respirando mientras ella ya no. De ver a sus padres sin su hija. De ver a hermanos sin su hermana. De ver como no puedo hacer nada, nada por mí mismo. De volver a sentir esta ausencia de ella. De sentir. De existir. De no poder expresar lo que siento porque debo ir pensando en “sanar” (como si fuese tan fácil). De poner cara de alegría, felicidad y contentamiento en todo momento. De no tener a nadie con quien compartir lo que siento y vivo, alguien que realmente le interese y que yo sea su problema. De que llegue la noche y para no seguir llorando, renegando, solo, aislado solo me quede dormir. De tener todo lo que debería tener y estar agradecido pero no tenerla a ella. De andar con esta pose de “novio viudo”, mostrándome como: “hay pobrecito aun no puede manejarlo”. De buscar empatía en la gente y no encontrarla.

Recuerdo (negociación)
Más de una vez escuché la frase: “déjala ir”. Siempre me pregunté a dónde la dejaré ir? Si ya se fue y ni me preguntaron, o lo que es peor, ni le preguntaron a ella. Se refieren a que deje ir al recuerdo. Esto algo que me parece aberrante, idiota, bizarro, morboso. Que quieren que me olvida de alguien que amé? Yo no sé si quien me lo dice haya amado alguna vez, pero yo SI se qué es amor y amar. Por eso no entra en mi cabeza esa idea. Sé que lo dicen de muy buena intención, que no me quieren ver triste y lo demás, pero NO –se piensa antes de hablar-. No quiero escuchar o sentir que ellos quieran que esté mejor. Me apena decirlo pero solo conocí a alguien que creo puede tener la autoridad de decirme algo. Alguien que atravesó por lo similar y el panorama desde ahí no es tan alegre para andar olvidando personas. Es por eso que vez tras vez veo que es mejor ponerme mi máscara de felicidad ante la gente, salir a la calle, sonreírle a todo, estar súper alegre. La gente se molesta si no estás alegre, no les gusta que les eches a perder la fantasía. Lástima, por ellos lo que tengo que vivir es una quimera. No pretendo ni pretenderé olvidarla.

De-presión
La presión social es muy fuerte para los que perdemos personas. No podemos ir diciendo que andamos tristes, NO (ni se les ocurra). No puedes pasar toda tu vida así, cómo se te ocurre. Eso en vez que ayudar solo aísla, al menos eso sucede conmigo. Las dificultades en el trabajo, la soledad, el rechazo de amistades, la incomprensión de aquellos que deberían comprenderte y la pena que me da embarrar sus vidas alegres con mi dolor, simplemente me aleja de todo. Dicen que somos seres sociales por naturaleza, lástima que la sociedad solo te recibe si le das lo que quiere. Quizás sea egoísta, y qué hay de mi? Pues nada, no les importa. Mirar hacia adentro y encontrarme con todo lo que acabo de sacar, más que ayudarme me hunde más y he aquí yo otra vez sintiendo lástima por mí mismo. Dije que no pretenderé olvidarla, pero cuando me doy cuenta que todo recuerdo de ella que queda en mi realidad es solo producto de mi memoria, y está en mi mente estancarme en eso o no, me doy más asco.

Paz (aceptación)
La única oportunidad de paz genuina que encuentro es cuando me olvido de mis preocupaciones, mi dolor, mi soledad y busco como hacer más llevadera la situación de otros. Pero frente a la realidad de que no podré ayudar a todos me frustro otra vez. Por qué los humanos seremos tan autodestructivos y complicados eh? Solo recuerdo que mi Padre me ama, eso es una de las pocas cosas que me inzpiran a seguir incluso, ahora, incluso así.

Este mes es horrible, algunos tienen sus diciembres 19, otros tenemos nuestros 23 de marzo. El punto es que aunque no podamos lidiar con la ausencia de otra persona. Es el eterno quien luego del llanto te trae la consolación. Solo Él.

*hoy no hay foto, no tengo fotos de jani triste.


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