jueves, 27 de noviembre de 2008

NO, miércoles no otra vez!

Ayer en mis ya acostumbrados viajes de regreso (aprox. 1 hora para llegar desde la av. Tacna en Cercado de Lima hasta Santa Cruz en Miraflores) estaba haciendo ejercicio de mi más predilecto hobbie -mirar gente- caigo sumido en mi mismo y me pregunto: "mi mismo, hasta cuándo?"

Fue así que en pleno viaje entre el sueño, el recuerdo, revivir paso por paso los últimos dias que vienen y el apretujamiento del bus, me llaman.

Son de esas llamadas raras, de alguien que conoces, es amigo(a) y no dudarias en contestar. Lo primero que recibí fue un: "Se nos fue Danny, la Rosita se nos fue".

En ese preciso instante mis neuronas empezaron a hacer sinapsis, senti como los elementos químicos de la memoria (ya hablare de eso en otro post) empezarón a generar impulsos eléctricos para poner en una tabla de excel a todas las Rositas que conosco y que podrían haberse ido. No las voy a listar.

Cuando la voz monótona y rígida al otro lado del teléfono me rebelo el dilema al decirme de qué Rosita se trataba. Una pequeña de 17 años que asistía a la misma iglesia, yo conocía tangencialmente a su padre y alegremente a su madre (que estaba en mi clase E.S.), puedo recordar el comentario que hice a Jani alguna vez comentándole como me parecia que esos tacos combinaban muy bien con su vestido un sábado. Alguién alguna vez me habia hablado de su problema...

Problema que al parecer se había solucionado -no estoy al tanto- ella habría tenido cáncer, sus padres buscaron como curar eso (por cierto se cura? o se controla?) gracias a Dios encontraron un método -el mejor creo yo- a través del naturismo y una reforma en pro de la salud. Regresó, un poco más delgada pero regreso. Creo yo que se trató de una mágnifica forma en la que Dios da más tiempo a los seres humanos para que apreciemos este soplo de vida.

Intentar en presentar hipotéticas explicaciones sería vano, ahora lo mejor es sentir el dolor de la partida, el vacío presente, el silencio que grita por ser escuchado y la sonrisa mental que nos puede haber quedado de ella, de ellas.

Alguna vez intente dar mi explicación de hechos como estos y aún estoy satisfecho con ese intento, aquí está

La monótona voz que me comunicó lo sucedido anoche, me dijo que sentia algo de envidia porque algunos parten y otros nos quedamos. Es verdad. Creo que somos distintos, cada uno de nosotros ha atrevesado distintas versiones de dolores, pérdidas, partidas y no nos podemos comparar pero al final creo que es cierto, unos ya descansan mientran otros esperamos hacerlo. Yo no sé cuanto tiempo más estaremos around.

Hoy al hablar con mi madre de esto ella me dijo (muy a su estilo):
Yo no sé hijo, pero estaré hasta que Dios diga, y si dice ya no, pues feliz seré.

Eso quiero, esa fe, esa certeza, esa tranquilidad de que vivir y morir con Dios está bien.

Hoy no sé si podré ir a los funerales, como un gran cobarde he venido huyendo de estos eventos, tengo miedo a recordar y al mismo tiempo quiero recordar porque se trata más de Jani. Quizás se trate de una ilusión mental llamada "dolor".

Otra vez fue miércoles, otra vez alquien se fue, otra vez hay dolor, otra vez padres pierden a su hija, otra vez con la llegada del verano hay ausencia, otra vez hay vacío, otra vez una dama ya no siente dolor y solo duerme, otra vez la esperanza vuelve, otra vez andrés.

Mientras unos intentamos salir del dolor otros entran sin siquiera haber confirmado su invitación.

Voy a empezar mis agradecimientos a la gente por existir antes que no esten más. Quiero que sepan lo feliz que estoy de haber vivido en el mismo tiempo que ellos.

Y tu? ya agradeciste?


Compartir este post en: facebook

1 comentario:

verdemundo dijo...

Mientras unos intentamos salir del dolor otros entran sin siquiera haber confirmado su invitación.

Me encantó esta línea.

Gracias bro por ser mi bro.