viernes, 10 de diciembre de 2010

el.celular.de.un.hombre.muerto

Me enamoré del final de la obra, fue justo cuando terminé de digerirla cuando me dí cuenta que tenía que volver a verla. La primera vez fui solo, no queria interrumpciones, quería disfrutar de la obra yo solo. Entré a la tienda de los tickets y compré la ubicación más central y más cerca al escenario. No podría salir porque estaría rodeado de personas, lo que me "obligaría" a ver la obra y concentrarme en ella.

Debo confesar que mi principal motivación NO fue porque conocía a la autora de la obra, o porque siquiera el tema de este me llamaba la atención, sabía que era un drama con un pelo de comedía y sabía que estaba ahí Vanessa. Vanessa Saba (con sus muecas y ocurrencias) es una de esas dos actrices en el universo que al verlas me recuerdan un pelito a Jani, mi Jani.


Las luces se apagaron, el telón subió, apareció ella y un tipo de espaldas. En ese momento supe que esa noche cambiaría un poco las cosas. La historia transcurre en un mundo actual, con personajes bastante atractivos y un humor muy acentuado. Pero lo que más me marco es que me di cuenta que uno recibe los estimulos ajenos y los transforma y digiere de acuerdo al universo interior que uno tiene. Es decir, si no has perdido a alguien en la vida, si no extrañas con cada célula y tuétano de tu ser a alguien, para ti será una comedia más.

Tomar la muerte con un sentido del humor tan fino, crear espacios y "paraísos" respectivos a los que uno va (luego de morir) junto con quién más a amado profundamente la última vez te hace pensar y extrañar.

Me fascinó el abrigo azul que llevaba ella y la música seleccionada tan emotiva.. tanta saudade. Por cierto, no te vayas ahorita pero hay unos videitos de la obra al final (por favor termina de leerme).

Jean, se enamora de él, de el equivocado solo por verlo en ese momento. El se enamora de ella, solo porque se estaba tomando su puta sopa de (algu marisco) y era la última, así que mientras moría prefierió amarla porque se comía lo que el amaba, (la sopa).

Me hizo pensar en Jani y en qué es lo que ella habría pensando mientras moría, si se daba cuenta que ya no estaría acá, con mamá.. o papá.. o con sus hermanas.. o bueno conmigo. Te haz puesto a pensar en ese milisegundo en el que tu cuerpo, tu mente, tu corazón se desconectan? Qué pasa por tu mente... al final creo que partir.. morir.. es dificil para ambos lados.. para ambos, para quien se queda sufriendo la ausencia.. y para quien se va.. amputándose la vida.

Luego pensé en cómo la comunicación interpersonal a variado tanto y cómo el celular (y ahora el 3G) se ha metido en todo lado de nuestras vidas.. hasta en el baño! Pero también en lo mucho que me gustaba conversar con Jani, era delicioso. Algo que aprendi de chico era que al escoger pareja pienses en alguien con quien conversarias libre, dulce y todamente en tu vejez, porque a veces cuando el viagra se acaba, solo queda conversar.

Me encantó la vestimenta de Jean (Vane) tan sencilla, tan fina, tan diva, tal cual mi diva personal tal cual Janina.

Un vuelco en la historia (que lo hace emocionante) es que aparece el hermano de Él (el muertito) y Jean (vanessa) se enamora del hermano. Me gustó porque senti algo del hermano en mí... quizás su lado chuncho.. quizás su lado detallista.. quizás su lado emocional... no lo sé.

Ese beso.. en escena.. hace mucho que yo no beso te contaré.

Tengo una mala memoria y ya desde que vi la obra, quise escribir este post y lo hago ahora ha pasado buen tiempo. Deberían verla, si se estrena en alguna parte del planeta no pierdan la oportunidad.

Recuerdo dos cosas más q me marcaron.

Esa primera noche salí con ganas de amar a mi familia, a quienes me aman (no me "aman, sino me aman).

Segundo, en la escena donde Jean y el hermano hablan y se muestran su amor y buscan alguna forma de estar seguros de que estarán juntos y siempre regresarán. Me hizo recordar como Jani y yo nos inventabamos cositas... palabritas.. formas.. cariños que solo nosotros entendíamos, era nuestro lenguaje, nuestro amor. De ahí y de su sigular forma de ser partió el: comosellamito, oshopochoso, cositorico, estito, pollypocket, apetadita, amora, amorito, né, vía, octavia, mesesario, tiago, abril y más... (que tengo miedo de olvidar).

Jean y el hermano (era Dwight acabo de leer el programa de mano) inventaron algo que los acercaría no importan cuan lejano estuviesen uno del otro al repetir "esto" se podrían encontrar... reencontrar... solo uno de ellos tendría que repetir ¡Z! (si.. zeta!)

Esa noche lloré.. lloré en el teatro.. lloré en casa.. grite en el teatro en mi mente mil veces Z, mil veces Jani, mil veces Via, mil veces diva.. grite en mi cama.. mil veces... pero nadie respondió... solo mi memoria.. solo mi recuerdo.. solo mis neuronas que se aferran con los dientes a aquellas proteínas y impulsos electricos que atesoran la imagen de ella dentro de mi cabeza.

A la semana siguiente volví, esta vez acompañado. Mismo asiento, misma fila. No volví solo porque quise compartir lo genial que era esta obra... pero si volví porque quería capturar otra vez cada minuto de ella. Es la primera vez que regreso a ver una obra de teatro, es la primera vez que lloro dos veces en el teatro, es la primera vez que volvería por una tercera vez.

Cuando volví, fue para la última función (recuerdo que tenía miedo a ponerme en pie y aplaudir pero la verdad es que me encantó y mucho! y lo hice). Tu ve el privilegio de ver la última función de esta obra tan bien trabajado por este equipo. Lo que me encanta del teatro (a diferencia de las películas) es que cada puesta en escena es diferente.. distinta.. única.. como en la vida real, y más aún como dije, en cada cabeza queda la memoria de esa obra amplificada por el universo interior del receptor (osea tu y yo)

Lo último que rescato de la obra, es un pensamiento que me acompaña ya desde un tiempo y que me sorprendió encontrarlo en las lineas de ese guión:
Una persona realmente se va, cuando ya nadie más la recuerda, cuando ya nadie más la llama, la nombra.
No tiendes idea como me aterra eso, porque veo como poco a poco la gente se olvida de Jani, cómo si no hubiese existido nunca, en cierta forma tienen razón, estan en su derecho a vivir no? Pero yo también estoy en mi derecho a recordar. Aún quedo con eso en la mente, siempre contestaré el teléfono de Jani en mi memoria.

Gracias Teatro Plan 9, gracias David Carrillo, gracias Vanessa, gracias todos los que trabajaron ahí por darme algo tan especial. Gracias. Gracias a ti por pasar por aquí y leerme.

Reportaje del elcomercioperu.pe


Reportaje


La ultima noche (a la que yo fui)


La escena inicial en inglés:


La parte de las sombrillas (esta es de otra obra no la que se hizo aca pero es igual de genial)


y un cortito de la obra (en inglés)


ps. hoy no hay foto de jani, las guardo para los otros posts.


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1 comentario:

Marco Huaco dijo...

Gracias por mantener este blog querido amigo. Yo no he olvidado a Jani, pero sí había dejado de buscarla en internet (en aquél viejo post titulado "la vida es un suspiro"). Ahora que vuelvo a hacerlo para encontrarla con vida, te encuentro a ti, y gracias a eso he podido encontrarla nuevamente con vida. He leído todos tus post y visto vuestras fotos. Gracias por permitirnos entrar en esas cosas vuestras. Cómo me gustaría encontrarme contigo otra vez querido amigo.