martes, 2 de marzo de 2010

combustión.externa

Por qué vivo y existo?
a dónde voy y cómo hago para llegar allá?
por dónde empezar y qué hacer?
preguntas recurrentes
una vez más cuando
te encuentras con las manos vacías
luego de que tus sueños se escurran
entre tus dedos y ni un grano de sueño
quede en tus palmas.

No sé el objetivo de mi vida,
no he perdido la brújula
pero si he perdido el motor.
Cambio mi reino por un objetivo
un sueño, una meta, un deseo.
Mientras intento ver el horizonte lejano de mi vida
con los binoculares de mi mente
una mancha gris cubre el brillo
delo que se puede ver
a lo lejos.

No sé qué hay a la vuelta de la esquina
y si quisiera saberlo; no lo sé...
posiblemente sea algo fenomenal y bello
qué será, qué será...!!!
pero y sí se lo llevan otra vez?
que miedo, que temor
frustración y soledad
todo en mi mente
sin que antes haya sucedido nada...
por qué no mejor
dejamos de sentir por adelantado?

No tengo sueños, no.
Por ahora.
Tengo tu sonrisa
tu tibio abrazo
tu compañia
en mi memoria
no tengo sueños...
pero mi memoria
será mi combustible ecológico
para mi cohete espacial
salir a buscar mi propia estrella
que lleve grabada
tus sueños..

Mi sueño,
mi meta
será encontrarme
con tus sueños
y juntos hacerlos realidad.

Un día a la vez,
un año luz a la vez,
un respiro a la vez
paso a paso.

ps. dicen que para dar amor primero tengo que tener amor, o para dar bien primero tengo que tener bien adentro, vamos a ver el experimento de vida como nos sale. Adentro no hay mucho, solo hartas ganas de dar.

ps2. gracias por pasar por aquí.



Compartir este post en: facebook

2 comentarios:

Unknown dijo...

interesante, y me alegra porque siento que estas caminando...aunque en circulos, pero al menos caminando...si tienes que dar es porque el almacen de tu corazon y mente tiene algo que dar, la llave la tienes escondida, tal vez por miedo a un saqueo, tal vez por eso has decretato un toque de queda ... no lo se ... pero este poema siento que ya tiene otro color

verdemundo dijo...

Qué andas buscándole sentido a la vida, si no la tiene. Hay que vivir pensando que uno seguirá viviendo.