jueves, 25 de febrero de 2010

Mi.soledad.y.tu

Mientras pensaba sobre el tema que quiero sacar de mi hoy, me di cuenta que será la primera vez que pondré una advertencia antes de todo, cómo en los programas de la tele. Les ruego no me critiquen por lo que escribiré, siento que estará cargado de enojo y un poco de rabia, pero es lo que hay hoy. Mi objetivo no es ofender a alguien –no, no lo es- al contrario deseo yo que alguien que esté pasando algo siquiera parecido pueda entender un poco el camino de este tobogán en el que nos han metido. Si te ofendo, discúlpame sinceramente. Esto tampoco tiene que ver en absoluto con mi falta de fe hacia mi Dios, esto lo tengo claro si me estoy revolcando en la soledad y pena es por mi propia voluntad de los pueblos, Él siempre tiene la mano extendida.

Puedo entender que muchas personas puedan ver a la vida como una forma agradable y maravillosa de existencia, para mi hoy ya no lo es. Siempre tuve una duda con respecto a esa frase: “vacío existencial” y hace no mucho comprobé que si hay un sentimiento que pueda describir eso. Hace un tiempo me pregunté “Por qué vale la pena vivir” y compartí la pregunta con algunas personas, las respuestas que recibí no fueron más que una mescla de objetivos tangibles, egoístas, materialistas y egocéntricos. Entonces me pregunté si de eso trata, ¿por eso vale la pena vivir? No para mí no. Y hoy por hoy no tengo un sueño, objetivo, meta, algo que perseguir, no lo tengo; esa es mi realidad. He caído en una mecánica avalancha de segundos consecutivos que me llevan cargados a través de las horas y los días, haciendo de mi existencia la más inútil para mí o para la humanidad (si es que a la humanidad hay que darle algo).

Es cuándo caigo en la pregunta más egoísta que puede haber: "Por que ellos pueden tener todo lo que yo quería para nosotros y yo no lo to tengo, acaso no lo merezco? Qué hice mal? "

¿Cómo llegué a todo esto? No voy a echar la culpa a la ausencia de Jani, no sería justo y correcto de mi parte, ya que creo que cada uno de nosotros tiene decisión sobre su vida. Así que no lo sé, miro hacia atrás y hace algunos pocos 2 años y 2 meses y 6 días era feliz, perdóname, pero probablemente mucho más feliz que tu, y no esa felicidad egoísta, no. Era feliz completo, compartido, no egoísta, era feliz en la totalidad de sus cinco letras y hoy heme aquí. Lo que más me apena es darme cuenta que yo no era así: triste, solo, molesto, irritable, egoísta (bueno sí un poco), envidioso. Yo no era así, y lo peor es que he sido el último en darme cuenta.

Miro a la humanidad y me da asco –si, disculpa por generalizar- la forma en que nos comportamos, andando por la vida todos imbuidos en nuestras propias vidas, sin importarnos un cochino pepinillo (o pito) la vida de otros, solo nos conformamos con un “oraré por ti”, o con preguntar “cómo estás?” pero acaso llegamos a la acción, acaso salimos de nuestros problemas, para dejar que los problemas de otros nos afecten y intentar siquiera ayudarlos? No, no lo hacemos. Y yo soy el primer cobarde.

Cuando veo a las parejitas, las nuevas o las que ya llevan tiempo, siento simplemente envidia. Eso es. Así de simple. Los miro y pienso para mis adentros, ojalá que aprovechen lo que tienen, porque cuando se va… solo queda soledad y un poco de lágrimas. Me gustaría meterme en cada conversación del facebook o del twitter donde los acarameladitos están exponiendo su “amor” y decirles: “aprovecha mientras lo tienes”, pero creo que a veces se me saldría la envidia y lo haría de “mala onda”. Entonces es cuando pretendo ignorarlos, pero no puedo. Hace algunas semanas atrás bromeaba con la Flaca, cuando menos quieres ver parejitas tomadas de las manos, más aparecen. Y es que detesto que otros tengan lo que yo “podría” haber tenido, es malo eso?

Mientras muchas personas no saben qué hacer con sus vidas, muchas más no saben qué hacer con la vida de otros. Uno no lleva un curso en la universidad para aprender a ser padre, tampoco uno lleva un curso para saber qué hacer cuando “tu novia muere a 3 meses de la boda”, y estoy bastante seguro que los padres, amigos (y “amigos”, sí los que son entre comillas) y conocidos no llevan su cursito: “qué hacer con alguien en duelo”. Pero por favor, no somos marcianos a los que no les debes hablar, esa excusa: “no, no te pregunto nada, no te hablo porque no quiero hacerte recordar algo de ella” me parece las más estúpida que podría decirse, es cómo decir: “tus problemas me importan un pito y como no quiero involucrarme más no te voy a preguntar”. Quizás puedas decir que estoy exagerando, pero vamos cambiamos de lugares y tu toma mi vida y me dices si exagero. Hace poco luego de más de 2 años me preguntaron: “y cómo te va? Como te sientes después de ir a campo fe? Te ayuda ir?” Me enojé mucho, exploté y dañé. Me enojé porque recién después de todo este tiempo preguntamos?, y bueno sentí que me increpaban por lo que hago, al final debo confesar que estoy agradecido de que me hayan preguntado. No pretendas que ignore todo este tiempo que no me has preguntado nada, pero no dejes de hacerlo por favor que me ayuda tanto.

Cada día estoy más seguro de que somos indivisibles y gran parte de nuestros problemas empiezan en nuestra mente e imaginación. Lo que pueda generar lo intangible del alma puede concretarlo tu cuerpo. Mis problemas interiores han llegado hasta afectar mi lado profesional, laboral. Déjame decirlo en voz alta: YO NO ERA ASÍ. No tengo dudas sobre la capacidad del ser humano para re adaptarse a las dificultades y seguir su camino con cambios pero seguir. Solo que hoy no lo veo para mi, o ¿es que yo no seré un ser humano? Nunca entendí a los suicidas, pero hoy a veces la muerte se ve tan fácil, tan fácil.

Fácil lo digo porque de pronto entras en un estado de ausencia total, nada sabes, nada oyes, nada. Y no me vengan a decir que las personas si sienten tu partida, porque yo sigo respirando, mis padres, sus padres, todos siguen su vida mientras ella no está. Y lo mismo pasará el momento en que me vaya, no sé qué hace la diferencia. Conmigo o sin mí este mundo seguirá dando vueltitas alrededor del sol, ¿o no? Entonces me pregunto, para qué seguir sintiéndome así? Hay una “salida” más fácil no? Pero no te preocupes no soy un suicida, incluso para eso soy cobarde.

Todo frustra.

Creo que no me salió tan mal como pensé.

Bueno, y es así que de esta manera mi soledad no se lleva bien contigo. Quizás mi soledad y yo estemos bien, pero mi soledad no encaja con esta sociedad, se siente tan vacío aquí adentro.

Yo no era así.

Pd. Mi objetivo al exponerme de adentro a afuera es para que no caigas en lo mismo, si acaso esto es posible.


Compartir este post en: facebook

1 comentario:

ChataDita dijo...

Se que no es lo mismo, pero también me quitaron la mitad de mi ser, en mi caso fue mi mejor amiga, mi hermana. No te puedo decir cuándo pero llegas a sentirte mejor. Ya no soy la misma que ella dejó, eso te lo aseguro, pero estoy intentando recuperarla. Ya no me cuesta sonreir y aprendí que puedo confiar en alguien más y tener nuevamente amigos, como tú en su momento también volverás a amar. Simplemente no compares. No juegues con la idea de la muerte, porque así no te quiso ella y no podrás verla nuevamente.
Creo que me extendí un poquito...