martes, 16 de febrero de 2010

En.otra.vida

Al parecer en los últimos días, meses mi vida ha dado giros, y revolcones que no me esperaba. Situaciones que imaginaba estarían al otro lado de la vía láctea y no podría acceder a ellas, al menos con este cuerpo mortal no, me ha sucedido. Simplemente lo puedo resumir en que volví a sonreír.

Es curioso, la nube gris que pendía sobre mi cabeza, mi sombrilla personal que me alejaba del sol se disipa por ratos. Logro entender que mucho de la situación que vivo, esta ausencia de Janina (como dije una vez no puedo echar la culpa a ella de lo sucedido luego de su partida) está fuera de mi control –la falta de ella- pero si puedo yo tomar las riendas con lo que a mi vida, mis sentimientos y la forma de “seguir”. Muchas de las limitaciones que atravesamos a lo largo de nuestra existencia es nada más y nada menos que fantasmas mentales que nos van creando muros inmensos, muros que ni siquiera intentamos escalar, de solo verlos preferimos quedarnos cómodos y conformarnos con lo que tenemos.

Digo esto porque duele aceptar que mucho de lo que sucede está en mi mente, los recuerdos de ella, los sueños frustrados, las cosas que nos decíamos, la anhelada luna de miel, la boda y los planes, todo ha quedado allá hace algo más de 2 años ya… todo eso ha quedado atrapado en mi mente.

Un amigo me dijo alguna vez que nuestra existencia se desvanece el momento en que nuestro nombre deja las memorias de los seres humanos que conocimos, cuando nadie más nos recuerde (menos mal que Dios no se olvida-rá de nosotros). Pero en base a esta idea es que me da mucho miedo.. Olvidarla. Las personas dicen que no ha de suceder así… pero ¿qué saben ellos de lo que vivo yo? Sabes? Aún le tengo miedo a la palabra “sanar”.

Hace unas semanas de alguna forma maravillosa fui transportado hacia “otra vida”, en la que todo era diferente, en la que podría estar completo otra vez, en la que una sonrisa traía sol a mi vida, en la que yo podría dibujar una sonrisa con mi dedo, fui transportado a un lugar donde podría yo hacer tus sueños míos y podríamos perseguirlos juntos, fui transportado a otra vida. Un lugar donde todo empezaba con un abrazo al anochecer y terminaba con uno igual al siguiente anochecer. Un lugar donde podrías estar callado, sentado en una banca, disfrutado una fría brisa de verano. Un lugar en donde por un segundo podrías volver.. . volver…

Hace unas semanas fui succionado a esta realidad y fue cuando me pregunté, qué es la realidad? Si no aquello que nosotros permitimos que exista?

Contra todas mis ideas creo que sanar va a ser inevitable, en 5 años en 30 o en lo que fuese. Me pregunto realmente qué hubiese querido ella? No lo que otros dicen eufemísticamente, sino lo que ella misma me hubiese susurrado al oído, prometo que la habría obedecido al pie de la letra. Lo que me lleva a una nota mental: “pregunta a tu pareja CÓMO QUISIERA que te comportes cuando ella/el ya no esté”.

El futuro, es eso.. futuro aún no se qué será. Pero estoy muy de acuerdo en que mucho de mi futuro depende de mí y mis decisiones.

Debo confesar que esa otra vida me gustaría que fuese en esta, no ahora, pero sí que fuese en ésta, en la que vivimos tú y yo. Soy egoísta.

Después de tanto tiempo en tu ausencia descubro que puedo volver a vivir sin ti, y me da miedo. ¿Cómo pude haber dicho que no podría vivir sin ti y hoy sigo respirando? Soy un hipócrita, de los que yo mismo detesto y me dan asco, perdóname mi amor, aunque sé que ya lo hiciste.

En otra vida te hubiese recibido ese abrazo, vez tras vez.

En otra vida.

ps. gracias por pasar por aquí. significa mucho para mi.


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1 comentario:

Marco Huaco dijo...

Se sana de las enfermedades y mantener vivos tus vivencias con Jani no son una enfermedad. Olvídate de esa palabra. Y sé que lo dices para tranquilizar a los otros, aquello del ejercicio emocional, pero sabes que no es esa la expresión precisa ni verdadera. No es un "ejercicio" emocional pues no lo haces para olvidarla ni para desfogarte, sino porque la amas. Y no tienes porque dejar de amarla. ¿Alguien te ha dicho que eso deberías hacer?. ¿Olvidar?. Yo creo que no hay razón para que dejes de amarla nunca. Y tampoco creo que algún día la olvides. ¿Podría ser posible eso querido hermano?. Lo juzgo imposible, irreal. ¿La olvidarían sus padres que la aman de otra forma?. No: entonces, ¿cómo la olvidarías tú?.
¿Que qué pensaría ella de ti si te viera hoy, que cómo le gustaría a ella que la recordases al ya no estar entre nosotros?. Pues justamente como lo estás haciendo ahora. No te preocupes por eso, no le desagradarías, al contrario. Simplemente sigue amándola como siempre, querido hermano.