sábado, 22 de agosto de 2009

Sábado, cañaveral de pasiones

Son las 7:45 am. Estoy terminando mi repaso de la lección de Escuela Sabática para este sábado. Desde que desperté ya van cerca de 4 veces que lloro.

Es curioso porque en teoría los sábados se supone que serían los días en donde tendría regocijo, paz, tranquilidad y disfrutaría lo que significa refugiarme en la paz que El Eterno da.

Pero desde hace 20 meses y un sábado es una mezcla rara, como diría un amigo mío: "un cañaveral de pasiones".

Tengo paz, tengo alegría, me entretengo en el trabajo de iglesia. Pero mi truculenta mente siempre me hace recordar que de todos los días de la semana siempre el más esperado era el sábado, ya que Jani y yo no nos podíamos ver mucho en la semana (por trabajo o clases) entonces pasábamos el sábado juntos, era lo máximo.

Se trataba de una sensación de complemento total, guardabas el sábado, buscabas a Dios y no lo hacías solo, sino con tu otro yo. Imagino que las parejas de matrimonios disfrutarán de eso hoy, espero que no lo echen a perder con problemas de casa... es sábado!

No sé c cuántas veces más llore hoy, usualmente todo empieza con alguna de las canciones que Jani ponía para ambientar (Coral Jovem de Rio, Coral Unasp, Tom de Vida, Regina Motta, etc.) y ahí es donde mis ojos se llenan de lágrimas, añorando cada segundo de esos sábados que no los volveré a disfrutar, (llueve en mis ojos mientras escribo otra vez). A veces pienso que si no será que me gusta poner el dedo en la llaga para que no sane? Pero caigo en cuenta que no quiero que sane. Me pongo terco y me rehúso a hacer eso a lo que todos dicen que debo hacer: "avanzar". No quiero, quiero mi vida como estaba, quiero mi vida como hace 20 meses y un sábado atrás. Pero no puedo.

Entonces es cuando después de llorar Jesús cumple su promesa, y tengo algo de paz. Estoy consciente de que no puedo hacer nada con respecto a lo que sucede, pero solo espero que en esta deriva en la que me pusieron pueda Dios extender un rayito de luz para saber qué hacer, hasta que me toque descansar (que ya no parece tan mala idea ahora que estoy incompleto). Cuánto faltará Señor?

Tengo que volver a mis actividades de hoy, solo espero que si alguien lee esto en sábado pueda tener un delicioso sábado refugiado en El Señor, espero realmente que encuentren paz, esa paz que no la cambias por nada.

Dios Santo, agradezco porque Jani descansa y está ausente de lo que significa vivir pero también sufrir. Agradezco porque tanto la amas, que la preservas para cuando te conozca cara a cara, gracias.

Solo te quiero pedir de todo mi corazón...



Compartir este post en: facebook

1 comentario:

verdemundo dijo...

no feliz sábado entonces.